NAVAL, El BARRO Y LA SAL: La Villa de Naval se sitúa a los pies de la Sierra de Arbe, en uno de los entornos naturales más bellos del Somontano.
El caserío se ordena en calles paralelas con grandes desniveles, adaptándose a la pendiente, por lo que encontramos alturas inusuales en el Somontano, de 3 y hasta 4 pisos. En el barrio de Cotón, algunas casas vuelan sobre la calle formando pasadizos, lo que le aporta un cierto carácter defensivo y aire medieval.
Naval creció al abrigo de un castillo del que aún quedan restos junto a la actual colegiata. Ésta se erigió en honor Santa María en el siglo XVI en estilo gótico tardío, y se amplio sucesivamente con capillas barrocas.
La villa es conocida sobre todo por su tradición alfarera, de origen medieval y morisco y aún viva. Los mejores lugares para descubrir los secretos del barro son los talleres de los artesanos alfareros y el Centro de la Alfarería, ubicado en el antiguo alfar rehabilitado «Casa Palomera».
Además de la alfarería, fue la sal el producto que tradicionalmente dio trabajo y riqueza a los navaleses.
El de La Rolda es uno de los que se construyeron para explotar los manantiales salinos.
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