Cañón del Río Vero

El Cañón del Río Vero es un clásico de la Sierra de Guara.

Largo descenso de dificultad variada que nos exigirá en sus 8 Km. de recorrido un mínimo de habilidad y resistencia. Sus grandes paredes y acantilados esconden estrechas gargantas por las que tendremos que pasar nadando. Nos deslizaremos por entre los bloques de caos con destreza y veremos rincones de gran belleza. El cañón del rió Vero es uno de los descensos mas conocidos de toda Europa, tanto por su belleza como por escasa dificultad, no obstante no conviene menospreciar las precauciones y prevenciones a tomar.

Covachos cercanos a Mallata	Oscuros del Vero
foto Perita	foto Perita
Oscuros del Vero	Oscuros del Vero
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Salida de los Oscuros del Vero	Pinguicula Longifolia, Grasilla
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Estrecho muy pulido	Pasillo inundado
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Salto de 5 metros	Garganta de la Cocineta
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La Cocineta de Chimiachas	La Cocineta de Chimiachas
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La Gran Visera	Interior del caos de la Visera
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Cauce abierto y Peña Bobin	Resalte de 2 metros
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Interior del segundo caos	Resalte de 2 metros y badina
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Salida de un pequeño caos	Tramo de cauce abierto
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Paso estrangulado	Interior del trecer caos
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Atención: La Víbora Hocicuda no es acuática, aunque es frecuente verla muy cerca del cauce del Río Vero. Es de tamaño pequeño, pues no suele alcanzar los 50 cm. El cuerpo es grueso, pero le permite movimientos muy rápidos. La cabeza, más grande que el cuerpo, tiene forma triangular. Destaca el hocico levantado y vuelto hacia atrás. La pupila, a diferencia del resto de los ofidios, es vertical, lo que da un aspecto intimidador. El color de la víbora hocicuda varía desde las tonalidades grises claras a los pardos oscuros, con la banda vertebral siempre oscura que, además, contrasta fuertemente con el resto por estar ribeteada de negro. Esta banda se dibuja en zigzag. Los laterales constan de manchas oscuras relativamente grandes.

Son muy venenosas y se caracterizan por poseer un par de colmillos largos y huecos en la parte delantera de la mandíbula superior. Estos colmillos se retraen contra el paladar cuando la boca está cerrada y, cuando ésta se abre se ponen rápidamente en posición para atacar a la presa e inyectar un veneno que ataca la sangre y los tejidos.

Es la que cuenta con el veneno menos tóxico de las tres presentes en España, y aunque su mordedura no es mortal, se precisa de asistencia sanitaria inmediata para un tratamiento adecuado.