Las Palomeras del Flumen forman un estético descenso, estrecho, pulido, corto, acuático, intenso, técnico y salvaje, que discurre entre las gigantescas moles de la Peña Amán y la Peña San Miguel, conjunto llamado Salto de Roldán. Permanece prácticamente todo el año con elevado caudal inhabilitando su descenso hasta llegado el estiaje, provocando fuertes movimientos de agua en cada uno de los resaltes, drosages, rebufos y remolinos.
El paisaje es en todo momento espectacular, repleto de Buitres Leonados sobrevolando lo que debe ser para ellos un templo.
El descenso está regulado por el embalse de Cienfuens por posibles sueltas de agua que periódicamente y en función de los planes de riego se realizan.
Es obligatorio informarse de las sueltas de agua antes de entrar realizando una llamada a la Confederación Hidrográfica del Ebro tel. 976 711 000
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