Ubicados en la cara norte de la Sierra de Guara, los Estrechos de la Carruaca, poco frecuentados por los barranquistas, son perfectos para disfrutar de una jornada de barranquismo invernal. El barranco, muy bien excavado y abundante en estéticas marmitas y pulidos pasillos, no muestra dificultades técnicas, aunque con caudal elevado puede ser una autentica ratonera. El descenso, relativamente corto pero intenso y acuático, carece del uso de cuerdas, aunque es aconsejable llevar una cuerda de 10 metros por lo que pueda pasar. Toboganes, saltos y destrepes, suceden continuamente durante el transcurso de una esculpida fisura fría pero fantástica.
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